Después del atentado terrorista en el café Argana de la plaza Yemá el Fna de Marraquech que costó la vida a 17 personas el pasado 28 de abril, la plaza ha recobrado su ambiente normal y tanto turistas como marroquíes pasean con curiosidad por delante de lo que queda del café.
Los trabajadores de la plaza, como los aguadores o los vendedores de dulces, continúan buscando turistas para dejarse fotografiar o venderles las típicas pastas marroquíes. Ellos fueron de los que vieron en directo como una terraza saltaba por los aires. Ellos, después de esas primeras horas de caos, debieron temer por su futuro, por el futuro de la plaza como imán que atrae a miles de turistas y que asegura la supervivencia de muchos como ellos.
Hoy en la plaza se desarrolló la última manifestación del grupo "20 de febrero" para demandar que las reformas adaptadas por el gobierno no se vean afectadas por este ataque terrorista. No hay que aflojar ahora, no hay que dejar de exigir cambios, ese es el mensaje lanzado hoy por unos miles de marroquíes que han acabado su manifestación frente al cafe Argana.
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