La globalización de las heroínas

Hoy no es el día mundial de la mujer, pero después de encontrarme este pasado fin de semana en el Atlas marroquí con una situación que por desgracia se repite en muchos países pobres, me gustaría rendir un modesto homenaje a la mujer del medio rural.

Valgan estas instantáneas para recordar que son las mujeres las que mueven el tercer mundo, aunque el poder siga en manos masculinas. Mujeres como estas, encargadas del campo, de la familia, de la casa y de los animales, son heroínas en segundo plano. Ellas no obtienen el protagonismo que deberían por desarrollar todas estas importantes labores.

Seguramente en el mismo momento de tomar estas fotografías sus maridos, hermanos o hijos varones se encontraban tomando café en el bar del pueblo más cercano o jugando al fútbol, típicas actividades masculinas de última hora de la tarde.

Parece que esta globalización del rol de la mujer rural se ha globalizado y que esto no va a cambiar tan fácilmente. En las ciudades el cambio va llegando lentamente. Para estas mujeres, un cambio en las tradiciones o costumbres es algo muy remoto.