Fadua Larui era un chica pobre de 20 años cuando el pasado 21 de febrero decidió quemarse viva delante de la municipalidad de su pueblo, Suk Sebt. Ella tenía dos hjos, Reda y Aya, fruto de dos violaciones, la primera cuando ella contaba con 15 años.
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Reda, hijo mayor de Fadua, muestra una de las últimas fotografías de su madre. Tras él, Fatna, madre de Fadua, se ocupa de Aya, el bebé de 8 meses de Fadua. |
Fadua quiso así protestar por una situación inaguantable. Su municipio no aceptó su condición de familia, ella no tenía marido. Sin familia, no había ayuda. Una ayuda en forma de lote, de pedazo de tierra donde ella y sus dos hijos podrian tener la posibilidad de construir una pequeña vivienda y salir así del chabolismo.
Fadua representa, pues, la discriminación que las madres solteras sufren en Marruecos y es un ejemplo más de los sectores sociales en clara desventaja. Sectores que no se ven ni se verán acogidos en las reformas que el gobierno plantea tras las jornadas de protestas en todo el país.
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