sábado, 31 de julio de 2010

La crisis lleva al castellano a Berlín

Esta crisis que estamos sufriendo, especialmente en España, provoca unas situaciones bien curiosas. Estos días por Berlín no hago más que escuchar español por la calle.

A veces se trata de turistas que, supongo, no pudiendo permitirse unas vacaciones caribeñas o más exóticas, optan por unos días en la asequible Berlín. Al menos en septiembre podrán decir que si que fueron de vacaciones al extranjero.

Pero lo que más me está sorprendiendo es ver la cantidad de españoles que se han venido a probar suerte a Berlín. Supongo a causa de la crisis cada vez son más los compatriotas que se lían la manta a la cabeza y deciden irse a otros lados a buscarse la vida, a otros lados donde la crisis no pinta todo en negro. Y sorprende porque a pesar de ser un país históricamente migrante (tanto interior como exteriormente) hace mucho tiempo que el españolito medio ni se le ocurría dejar su país para irse a vivir "peor" a otro lado.



En la foto, dos chicas entran en el bar mexicano Zapata del Tacheles, la primera casa ocupada de Berlín y hoy convertida en un centro cultural.

miércoles, 14 de julio de 2010

Gibraltar, clavo ardiente entre España y Marruecos


Cada año, con la llegada del verano, el estrecho de Gibraltar toma protagonismo por el trasiego de mercancías y personas de un lado a otro. Marroquíes que bajan a pasar sus vacaciones antes del temido Ramadan, turistas europeos y camiones cargados de frutas y verduras hacia el norte y de productos que en Marruecos no se producen hacia el sur.

A todo esto la novedad de este año es la inauguración del puerto TangerMed para tránsito de personas. Un puerto de los denominados hub en el que se han instalado los más modernos sistemas de detección y control de entrada y salida. El esfuerzo marroquí para controlar sus fronteras es considerable, supongo que así se ganan la confianza de Europa porque por otro lado siguen llegando pateras continuamente a las costas españolas.  


La policía aduanera controla cada camión con un escaner que mide no sólo calor sino también latidos de corazón.



La inclusión de mujeres policía, una labor seguro complicada en un estamento tan "tradicional".


La llegada en masa de marroquíes residentes en el extranjero cargados hasta los dientes es algo ya normal. El robo de bicicletas aumenta con la llegada del verano en todas las ciudades europeas, mientras que casualmente a Marruecos llegan a miles y son vendidas en los mercadillos de calle por 100 o 200 euros...