Las poblaciones fronterizas, en la parte marroquí, se han montado su sistema de subsistencia con el contrabando. En concreto el del gasoil es especialmente favorable y mucha gente de esta región pobre del este del país pueden sobrevivir gracias a este negocio.
Toda la frontera está plagada de caminos por los que discurren coches y motos sin matrícula, van y vuelven cargados como pueden y evitando ser vistos por la policía o los militares. No por nada, sino por que así el viaje les sale "más barato".

1 comentario:
Ei paio!
Tu també et podries treure un sobresouet, no, amb la WG Kaddy?
Pel què dius, només és qüestió de treure-li la matrícula, omplir-la de gasoil i apa, a córrer!
Quan baixi 'al moro' ja vindré amb alguna garrafa pel què pugui passar...
Salut!
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