El Sáhara occidental sigue siendo, para Marruecos, un asunto por resolver. En las últimas semanas se ha montado a las afueras de El Aaiun, capital de esta región, un campamento de desplazados en el que se reivindica la igualdad para los saharauis en la obtención de trabajo y vivienda.
A Marruecos se le ha escapado la situación de las manos cuando, el pasado 24 de octubre, un joven de 14 años perdió su vida por disparos de la policía al intentar entrar al campo de desplazados por la fuerza. El campo permanece sitiado por la policía marroquí, quien decide qué y quien puede entrar y salir del mismo.
El joven, convertido ya en mártir de la causa, y sus acompañantes, todos heridos de más o menos gravedad, han puesto su granito de arena en la montaña de sufrimiento que lleva este pueblo en sus espaldas.
El joven, convertido ya en mártir de la causa, y sus acompañantes, todos heridos de más o menos gravedad, han puesto su granito de arena en la montaña de sufrimiento que lleva este pueblo en sus espaldas.
Esaida Elgarhi, la hermana deljoven de 14 años que perdió la vida en el control policial a la entrada del campo de desplazados cuando intentaba acceder por la fuerza.
Aisha Gharbalha, madre de Ahmed Daudi, quien permanece en el hospital con dos balas en la columna vertebral que le dejarán en una silla de ruedas para el resto de su vida.
El tío de Ahmed Daudi (prefiere permanecer en el anonimato y no dar su nombre a la prensa) muestra el carnet de identidad de su sobrino, en arresto hospitalario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario